Mientras tejía el día de hoy hice lo que pocas veces he logrado hacer, fue tomar la aguja y los hilos y hacer una combinación de puntos libre, cero patrón.
Al encontrarme tejiendo empiezo a recordar que el tejido es catalogado como una forma de meditación, y si es posible alcanzar un estado mental de tranquilidad a pesar de que estés rodeado de muchas personas, te encuentres en una cola, o en la sala de espera de cualquier servicio.
Esto lo he experimentado en muchas ocasiones, cuando llevo mi hilo y crochet. La sensación es mayor cuando se está creando, se combinan perfectamente una serie de situaciones que se manifiestan en el producto. En mi caso el día de hoy un tejido de mandala. Me preguntó ¿a cuántos artistas, tejedores, artesanos, músicos, les puede suceder igual?
Pensando en esto empecé a revisar la información, y encuentro este señor croata Mihaly Csikszentmihalyi, quién propuso la teoría de fluir. Entre los aspectos que llaman mi atención de la presentación es el detalle de las condiciones que reúne una persona que se encuentra en estado de fluidez:
- Se encuentra envuelto en lo que hace, con un alto grado de concentración.
- Sensación de éxtasis.
- Sensación de claridad
- Se tiene el conocimiento de lo que se quiere hacer en ese momento.
- Sensación de serenidad
- Desaparece el sentido del tiempo
- Sentimiento de encontrarse motivado porque se siente que se forma parte de algo grande.
Soy afortunada pues me encuentro entre las personas que realizan actividades que les permite fluir.
A este señor y su teoría del flow lo estaré incorporando en mis autores por estudiar en las próximas semanas.
La intención es que logremos encontrar esa actividad que nos haga fluir.