Desde el mes de julio comencé a leer distintas autoras, en mi revisión me di cuenta que vi la película "Como agua para chocolate" pero no había leído la novela. Me sorprendió gratamente como tejedora, mujer de cocina, y de familia.

Tita es la tercera y última hija, en un hogar mantenido por una madre viuda. La tradición de la familia la compromete a cuidar a su mamá de por vida, por ser la pequeña no podrá casarse. Además desde que nació estaba destinada a vivir entre fogones, ollas y recetas.

Pedro llega a su vida a los quince años, ambos se enamoran para la eternidad. Esta combinación de amor y tradición será la culpable de una vida que muchas veces le causa dolor.

La preparación de la mujer para el matrimonio, en algunas culturas suponía la elaboración de la colcha para la cama nupcial. Es así como Tita comienza a tejer desde el mismo momento que Pedro le pidió matrimonio.

                                                       
                                                    Imagen de la manta de Tita en la Película 


Sin embargo, fue la imposibilidad de vivir el amor con Pedro, la que agitó su interior provocando que el hielo se instalara permanentemente. La primera vez, sintió el vacío y la soledad; medias, mantas, zapatos y ropa de lana no fueron suficiente para evitar sentir congelarse.

La manta se convirtió en un tejido de desilusiones, dolores, angustias, pero también reflejó la ansiedad ante las declaraciones de amor y los encuentros furtivos con Pedro.

La canción dedicada a Tita mientras teje al inicio es de ilusión, y después se apaga.

La manta también se convirtió en el símbolo de la pérdida de los seres queridos, pero lo mas impactante es que Tita nunca dejó de tejer la manta, y tal como lo narra el texto todas las lanas o estambres que caían en sus manos servían para hacer crecer y crecer la colcha.

Para la película veo que ella teje cuadritos usando el crochet. Teje una y otra vez, cada granny square se añade a la pesada manta que arrastra en distintos momentos de su vida.

La colcha marca claramente el principio y el fin de la pareja. Es una novela para leer y disfrutar, pienso que es una historia maravillosa que refleja la cultura gastronómica mexicana, donde cada receta enaltece olores y sabores asociados a las emociones que viven todos los que se involucran con la familia.

Mi recomendación es leer la novela, espero que te enganche como a mí, no pude soltar el libro hasta terminarlo. Luego si no la has visto, es necesario que disfrutes de la película, las escenas son realmente maravillosas. Hago la salvedad que varias escenas no son para niños.