Me gusta Renoir, me hubiese encantado una pintura de una crochetera escribiendo. Es así como lo visualizo, y es que este proyecto apenas está comenzando, Pienso que aún no sé explicarlo, pero yo lo tengo bastante claro.



Tengo muchos años tratando de formalizar mi página web. Aunque ya la tengo, he estado revisando muchos aspectos que debo cuidar y optimizar, por lo que no dudo que empiecen a notar algunos cambios por acá.

Una de las cosas que más me gusta de ella es el blog. No he sido una escritora prolífica, pero desde hace varios años sentí que quería comunicar a través de la escritura y este formato me encanta.

Sin pensar siquiera en escribir sobre crochet o textiles artesanales, registré un blog que narraba algunas ideas acerca de mi cabello, mis abuelas, y algunas otras experiencias que deseaba compartir.

Luego en un emprendimiento anterior llamado Mussaenda Croché intenté escribir las bases del crochet. Realmente el formato no correspondía con la marca que se estaba creando, por lo que dejé el blog, y también la marca.

Buscando otras ideas, coqueteé con un proyecto de metodología de investigación, pero entendí que competiría con mi proyecto más importante, este que te encuentras visitando.

En muchos momentos he caído en bloqueos. Por mucho tiempo me sentí muy cómoda escribiendo para trabajos académicos por lo que no veía otras posibilidades.

El blog me brinda un espacio personal, donde puedo mostrar cómo hacer un patrón; compartir aquellas actividades artesanales que deslumbran (en materia de textiles todas); hablar de figuras que son icónicas en el área del tejido, que van dejando huella en este mundo de crochet.

De alguna manera este blog guarda el registro del emprendimiento, y aunque últimamente no escribo mucho de este tema, si les puedo decir que ya se encuentra incluido en la planificación para las próximas semanas.