He pensado mucho para escribir este post, de hecho nunca había estado tanto tiempo sin escribir para la página, y no es por falta de ganas, simplemente parece que las palabras se escapan y la inseguridad de apodera de la mente y los dedos.

Esta semana he pensado tantas cosas, mientras tejo se aclaran las ideas, relaja las tensiones, y eleva el deseo de alcanzar el logro terminando el proyecto que se tiene.   

El año pasado en el mes de julio me sentía perdida, a veces es la sensación de aturdimiento, es común dejarse liar por la rutina. Siempre el tejido se convierte en una actividad donde se crea a través de los hilos, texturas, que se mezclan a través de la labor de las manos y la mente. 

Tal como ocurrió con 31 flores para 31 días un proyecto que tiene fecha de inicio, exige voluntad y constancia, al final nos permite sentirnos enfocados. El cuerpo lo agradece y estimula otras áreas de desarrollo. Al final nos hace querer más. Es definitivamente un tema que necesitamos ampliar. 

Por acá compartiré cada uno de los cuadros de la abuela que hice el año pasado, y que posteriormente se convirtieron en la base de otros momentos de creación. 































Con estos granny square realicé mi primera manta virtual


Este año ya he realizado varios granny square que me inspiran a un nuevo mes del granny, así que estamos preparando lo que viene.