PasĂ³ un poco mĂ¡s de un año para poder terminar este proyecto engavetado. Mi estuche de agujas. No me atrevĂa a usar la mĂ¡quina de coser para añadir el forro. Decidida a completarlo el domingo, me sentĂ© frente a la mĂ¡quina y decidĂ arriesgarme.
No quedĂ³ prolijo, pero es personalizado, caben mis diecinueve agujas y tiene un pequeño bolsillo para los gafetes y agujas.
Cada vez que me siento a realizar un proyecto como este, que no lleva patrĂ³n, ni me inquieta cumplir con algo preciso, me permito divagar, sentir colores, y texturas. Tal vez es que los sentimientos se apoderan de los materiales y dejan salir esa manifestaciĂ³n de nuestro interior.
CĂ³mo puede decir tanto una pequeña intervenciĂ³n de retazos de telas e hilos, cuando se deja aflorar lo que se siente en el interior.
Estas semanas no han sido fĂ¡ciles, digamos que ya tenemos un montĂ³n de meses tratando de entender y de buscar significados. Pidiendo que nuestro corazĂ³n sea tan grande que pueda mantenerse a salvo, que la mente puede estar equilibrada y poder continuar.
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