Pasó un poco más de un año para poder terminar este proyecto engavetado. Mi estuche de agujas. No me atrevía a usar la máquina de coser para añadir el forro. Decidida a completarlo el domingo, me senté frente a la máquina y decidí arriesgarme.


No quedó prolijo, pero es personalizado, caben mis diecinueve agujas y tiene un pequeño bolsillo para los gafetes y agujas.


Cada vez que me siento a realizar un proyecto como este, que no lleva patrón, ni me inquieta cumplir con algo preciso, me permito divagar, sentir colores, y texturas. Tal vez es que los sentimientos se apoderan de los materiales y dejan salir esa manifestación de nuestro interior.

Cómo puede decir tanto una pequeña intervención de retazos de telas e hilos, cuando se deja aflorar lo que se siente en el interior.

Estas semanas no han sido fáciles, digamos que ya tenemos un montón de meses tratando de entender y de buscar significados. Pidiendo que nuestro corazón sea tan grande que pueda mantenerse a salvo, que la mente puede estar equilibrada y poder continuar. 



Publicado originalmente el 06/05/2019