Navidad 2020 empezó con un detalle de objetos y símbolos en mi porche. Angel, estrella, corazón, adornos vintage en color, campana, dan la bienvenida a los que me visitan. Cada año espero usar menos luces, pero agregar más color, y es que en mi país las personas están pasando muchas calamidades por falta de servicios públicos, por supuesto entre esos la luz.

En estos días de espera y reflexión, me siento y tejo, generalmente sin planear, simplemente dejando que la aguja y el día me digan lo que me provoca hacer.





Así llegó esta galleta, en una conversación con una pequeña vecina de seis años, que armando su árbol indicó que pronto agregarían galletas a su decoración. Y así, solo porque Luciana lo sugirió comencé este pequeño proyecto que luce tan simpático.

La secuencia de puntos y ensamblaje lo puedes ves en el tutorial del canal de Ahuyama Crochet en YouTube.

Hace un par de días fui a casa de Luciana, y sabiendo que mi galleta quedó pasada de horno me enteré que ella lo bautizó como su abuelo, por el color de la piel. Esto me ha cautivado, ella quiere que su abuela tenga su propia galleta pero el color es vainilla...es así como he caído rendida ante tremenda inocencia y cariño.