En casa he sembrado un ejemplar, ya tiene un año creciendo poco a poco en el jardĂn, tomando su espacio. No es un Ă¡rbol mĂ¡s, llegĂ³ a mi vida gracias a mi prima Lourdes, quien sembrĂ³ cada semilla con cariño y los cuidĂ³.
En este hermoso Ă¡rbol veo la despedida de mi tĂa, una persona muy querida, quien estaba viviendo sus Ăºltimos dĂas hace un año, una vida ejemplar, de amor, de sindĂ©resis. En las hojas verdes y el crecimiento diario me inspiro. Uno de mis deseos es verlo florecer, y convertirse en un hermoso Ă¡rbol de oro.
Con este pequeño deseo honrar todos los Ă¡rboles que se visten con su mejor gala en mi paĂs. Para este dĂa no preparĂ© ningĂºn patrĂ³n, en este dĂa 29 me encontrĂ© con un sencillo Ă¡rbol de flores amarillas

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