No cabe duda que esta semana ha sido difícil. En mí caso, no es raro estar en casa, ni atender a mi familia, lo difícil es poder manejar la información necesaria que me permita cumplir con el ordenamiento que en este momento exige la circunstancia, y garantizar a mi gente un espacio saludable y de calma.

Esto me ha hecho repensar en todo caso la planificación de mis actividades, pero también he podido comprobar que es necesario dosificar la cantidad de tiempo que he pasado pendiente de las noticias, ¿realmente me conviene estar enterado de todo? ¿puedo como ciudadana común criticar la actuación de las instituciones de cualquier lugar del mundo?

No quiero extenderme dando mi respuesta a esas interrogantes en esta publicación, pienso que cada persona que haya reflexionado tiene el derecho de elegir si ser juzgado en las formas como decide invertir su tiempo.

Por mi parte decido, cumplir con mis actividades en casa, mantengo el orden, procuro mi paz, cuido mi salud mental, protejo mis emociones, cultivo mi vida espiritual, y me dedico a los proyectos que tenía guardados sin fecha de acabado, mañana les estaré presentando el resultado.

He tomado el hilo y el crochet, me he sentado a ocupar mis manos, a mantener mi mente a veces trabajando, y en otros momentos en oración. Espero que si pasas por acá y no te has animado a hacer nuevas cosas, revisa en tus proyectos pendientes, termínalos, esto te permite trazar nuevas rutas.