Los abalorios son piezas que han acompañado la vestimenta y la decoración desde tiempos inmemoriales. Piezas de madera, cristales, gemas, plumas, cerámica, y ahora podemos ver muchos de plástico.
Se insertan las piezas en el hilo y se van construyendo los diseños. Por muchos años he tejido con el hilo de algodón mercerizado clásico, lo tejo con la aguja de 1.80 mm. Para mí es ideal para proyectos de decoración como: tapetes, cojines, posavasos, entre otros.
Los resultados que he obtenido al combinar este hilo con mostacilla y otros abalorios me motivan. Entre mis proyectos de este año se encuentra el experimentar con más colores y diversos materiales.
Del crochet y abalorios surgen combinaciones interesantes. Hoy quiero compartir las imágenes de un proyecto que siempre me ha gustado. Muchos de los proyectos que he hecho los regalo con mucho cariño, y es porque detrás de cada tejido hay una serie de sentimientos y sensaciones.
La primera vez que vi esta combinación fue en la revista Ganchillo Artístico, pero luego descubrí algunas piezas de Silvia Gramani. Allí está la clave de mis próximos proyectos.