Hace un tiempo les comenté acerca de una investigación que hablaba del silencio de las tejedoras. Esa frase resuena en mi cabeza una y otra vez. A mí en particular me hizo sentir que no podía quedarme con esas palabras que no lograba entender. No podía creer que mi cabeza se quedara en blanco y solo despertaba cuando acababa la labor. Menos podía creer que fuera invisible para mí familia, y que dentro del hogar yo realizaba esta labor, algo inconsciente, como estrategia para llenar vacíos. 
Desde hace pocas semanas, empecé a entrenarme, tengo la conciencia activada, pienso que es cierto que uno se concentra en un grado profundo (ojala y algún especialista me indicara si esto es posible), por eso lo asocian con el yoga. Todos los que trabajan con esto, o lo practican como hobby saben que uno pasa muchas horas contando, diagramando con las manos, a veces ya tenemos un patrón a seguir, otras veces son creadoras que pueden o no tener un papel y un lápiz.
Al despertar esa conciencia, aunado a los muchos sentimientos, una alarma se instaló en mi cabeza. Empecé a observar que hacía mi ser interior cuando simplemente tomaba el hilo y el crochet. Me rehusaba a creer que era solo una máquina.
Puedo adelantarles que las preocupaciones no quedan dormidas, allí están. Muchas veces encontramos respuestas que no sabíamos a través de esa concentración. Visualizamos caminos para la solución de problemas. Me he conseguido revisando imágenes que tengo en mi memoria, patrones, fotos, proyectos que he visto a lo largo de los años. Aunque soy muy mala combinando colores, el uso de nuevos recursos en internet me ha permitido ver la conexión entre los colores y los paisajes.
Hay momentos en los que puedo visualizar cartillas de colores con proyectos que he visto en color crudo o blanco. El silencio exterior de la tejedora, internamente se comporta sosegado en algunos casos y en otros parece una tromba.
Yo que no he sido estable en mis trabajos de oficina, en lo único que he sido constante, además de mi hogar, es en esto, mis silencios los he disfrutado a plenitud.